lunes, 13 de junio de 2011

Relatividad: la sorprendente paradoja de los gemelos



Uno de los grandes logros de Albert Einstein fue el descubrimiento de que el tiempo es relativo: el tiempo se ralentiza o se acelera dependiendo de la velocidad relativa respecto a otro observador según la siguiente fórmula:

En dicha fórmula "to"  es el tiempo de un observador que está en reposo relativo frente a otro observador que se mueve  a una velocidad "v" y que mide un tiempo "t".  Respecto a "c", es la velocidad de la luz (300000 Km/s). Pero no nos perdamos en la fórmula. Lo que quiere decirnos Einstein es que el ritmo a que pasa el tiempo depende de la velocidad que llevamos: conforme vamos aumentando la velocidad, el tiempo pasa más despacio !!!!!!!!

Siempre que comento el tema a los "no iniciados", la reacción inmediata es de absoluto rechazo, algo así como esto:

-"¡eso es imposible! un reloj siempre marca lo mismo, y le da igual la velocidad a la que vayamos"

 o a veces como esto:

-"bueno, no sé qué dice el reloj, pero una cosa es que un reloj adelante y atrase, y otra cosa que no me puedo creer es que, por ejemplo,  una persona pueda envejecer más rápido o más lento dependiendo de la velocidad que lleva...¡ridículo!"

Pues bien, no solo no es ridículo sino que se ha demostrado de manera muy precisa en infinidad de ocasiones. Lo que ocurre es que no tenemos intuición de ello, porque para apreciar dicho efecto tenemos que movernos realmente rápido respecto a algo. Y claro, las velocidades relativas  a las que nos movemos normalmente a escala terrestre (incluso cuando vas en un Fórmula 1 o viajas en un avión supersónico) son muy pequeñas frrente a la velocidad de la luz (300000 Km/s),  y al sustituir en la fórmula tenemos que "t" y "to" son aproximadamente iguales. Pero si comenzamos a acercarnos a la velocidad de la luz....la cosa cambia mucho. Os propongo un ejemplo:

Supongamos 2 hermanos gemelos, con una edad de 20 años cada uno: El primero, Juan Intrépido, va a empezar un viaje espacial en un cohete rapidísimo, tan rápido que es capaz de ir a 0,999 c (es decir 0,999 veces la velocidad de la luz). El viaje será de dos años, uno para ir a visitar un bonito planeta extrasolar y otro para volver.  Su hermano gemelo Sergio es mucho más tranquilo,  y decide quedarse en La Tierra esperando. Por fin se realiza el viaje, pasa el tiempo y finalmente  Juan vuelve; cuando  por fin aterriza  sale de su nave espacial,  y muy emocionado se abraza con su querido hermano:  pero...automáticamente se dan cuenta de que algo realmente extraño ha pasado;  su hermano Sergio está muy envejecido, es casi un anciano.   En cambio, Juan Intrépido está hecho un chaval. ¿la explicación? Al ir Juan a 0,999 c, su reloj avanzaba mucho más despacio, de manera que cuando para él habían pasado 2 años, para su hermano Sergio habían pasado ¡44 años!. Es decir, que Sergio tenía ya 64 años (se había casado por cierto, y  tenía ya 2 hijos y 3 nietas guapísimas).

A continuación, un vídeo muy bueno sobre este tema que he visto en YouTube:



Quizás por eso quizás  Einstein dijo en una ocasión: "quien tiene un reloj sabe qué hora es, pero quien tiene dos ya no   está tan seguro"   ¡Espero que os haga pensar!

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